Echad Mi Yodea

Echad Mi Yodea (¿Quién conoce a Uno?) es una canción tradicional de la Pascua judía, fecha en la que se conmemora la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto. Es una canción dirigida principalmente a los niños, como un ejercicio de mnemotécnica, pues su estructura se modifica progresivamente, de manera que cada verso es más largo que el anterior. En ella se enumeran 13 enseñanzas del judaísmo. En la repetición, el niño habrá de hallar un aprendizaje.

Hace casi una década, el coreógrafo Ohad Naharin preparó una danza con una versión de esta canción para la compañía Batsheva. La performance es de una fuerza impresionante y muy cautivante. Algunos han querido descubrir ciertas significaciones: una evocación de los movimientos del rezo en la sinagoga en los movimientos ejecutados por los bailarines, la ropa en el suelo como en algunas fotografías del Holocausto, así como la construcción de Israel. Sin embargo, no encontré en ninguna parte que esa fuera la intención de Naharin. La frase introductoria, que en buena medida le imprime cierto tono a toda la danza, dice: “La ilusión de la fuerza y la delgada línea que separa la locura y la cordura. El pánico detrás de la risa y la coexistencia de la fatiga y la elegancia”.

Uno de los rasgos más característicos de la coreografía proviene de un error o de una caída (lo que en latín se expresa con una misma palabra: lapsus). Tami Lotan, uno de los miembros originales del elenco, cuenta: “Originalmente, la pieza terminaba con los bailarines cayendo al suelo. Cuando Naharin decidió cambiar el movimiento, un bailarín, Erez Levy, no escuchó las instrucciones y cayó como antes. Su error se incorporó al baile en el papel de ‘el que cae’ [the faller], que se sienta al final del círculo, cayendo al suelo al final de cada ola”.

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